Principio básico de la edición fotográfica n.º 1
Nunca edites el original

Es importante hacer una copia de la imagen en la que estás trabajando, en primer lugar como copia de seguridad y en segundo lugar para poder volver a modificarla si no te gustan tus ediciones o quieres probar un enfoque totalmente diferente. Asimismo, es vital utilizar capas al editar con el programa de edición fotográfica, dejando intacta la imagen subyacente. De esta forma siempre tendrás un punto de referencia rápido y cómodo para ver cómo era el original antes de empezar a ajustar los colores, retocar zonas concretas y jugar con el contraste.

Principio básico de la edición fotográfica n.º 2
Deja fuera lo que no necesites

El recorte es una de las herramientas de edición fotográfica más básicas del software, pero también una de las más potentes. Si aprendes a utilizarlo correctamente, te asegurarás de eliminar las partes de una imagen que no contribuyen a contar una historia, al mismo tiempo que se enfatizan las que sí lo hacen. Eso puede implicar eliminar los fondos grandes de la fotografía de retratos o vida silvestre, o bien utilizar tamaños y relaciones de aspecto específicos para que una toma parezca bien editada. Una proporción de 6:5 funciona bien, con una imagen de 600 píxeles de ancho. Los recortes cuadrados son una alternativa llamativa.